IX
La clase de danza

   Hoy cuando he llegado a Shambala estaba Ananda esperándome y eso me tranquiliza, estaba muy contenta y me ha saludado con alegría y me ha dicho: - ¡Venga, venga, que ya ha empezado la clase de danza! - Salimos  corriendo y entramos en una sala...

  Estaba llena de gente, hecha de estrellas y observe  mi cuerpo y me di cuenta de que  era de estrellas también. Había mucha algarabía y follón. De pronto me encontré inmerso en el movimiento y la danza...se generaban pequeños grupos y con nuestros cuerpos componíamos formas.

  En el siguiente movimiento nos separamos, se escuchaba una música y la gente cantaba una melodía. Se comenzó a formar un círculo por afuera, luego se generó otro mas adentro y por fin tres personas se unieron en el centro y Ananda gritó: -¡ La Trinidad !...

   Y todos comenzamos a cantar mas fuerte y del centro de los tres se formó una luz blanca que surgió como una estrella flotando en el aire y  expandió su estela luminosa por toda la sala.

   Seguidamente se disolvió la coreografía y comenzó una nueva, la gente gritaba y giraba, así nos pusimos en una cola, como en la Conga, Y se fue formando una espiral. Entonces los bailarines comenzaron a cantar desde detrás de la cola un sonido, que fue pasando de uno a otro, hasta llegar al centro y en ese momento todos cantamos juntos y otra estrella emergió en las manos del que estaba en el centro y Amanda gritó:- ¡ La Espiral !...

  Sin parar de danzar nos dimos todos las manos y formamos cuadrados, uno mas grande en el exterior, otro en el medio y por fin cuatro personas en el centro con los brazos alzados y juntos. El canto comenzó a acelerarse y otra estrella salió expulsada y Ananda gritó:- La Pirámide!...

  Entonces nos volvimos a mover todos y nos colocamos en cola otra vez, generando otra espiral, pero esta vez la gente comenzó  a cambiar de color y cada uno teníamos un tono diferente, un sonido se escuchó al final de la cola, que fue avanzando hacia el centro, cuando llegó todos cantamos, y de ese ser surgió un gigantesco arco-iris y Ananda gritó:- ¡El Arco-iris!...
 
  Todos nos reíamos y aplaudíamos con fervor, dábamos saltitos de un lugar a otro y nos cogíamos de los brazos y girábamos...era muy divertido, así estuvimos hasta que se disolvieron toda las luces del arco-iris.
 Entonces se hizo un gran silencio, y fue como si se transformase la iluminación de la sala, y todo el mundo se apartó del centro y nos colocamos en un círculo...

  De entre nosotros surgió una bailarina, que no se su nombre, era una mujer muy hermosa, sus gestos eran armónicos y llenos de belleza.

  A medida que bailaba, sus estrellas cambiaban de forma y de color, y generaban al moverse imágenes maravillosas creadas con infinidad de puntos lumínicos que me recordaban un poco a esas lámparas de filamentos cristalinos...
  La llamaban la danza de las estrellas, y en el ambiente se escuchaba una música muy espacial que guiaba sus movimientos..
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  Entonces esa bailarina hizo un gesto muy amplio  con su brazo y sus estrellas se abrieron como un abanico formando una imagen gigantesca que ocupaba toda la sala de  la parte de arriba de una mujer con un rostro lleno de compasión y de dulzura...
 
  Era la Madre Cósmica que como en un canto nos regaló estas palabras:

Yo soy la energía femenina del cosmos
Que me abro hacia la tierra
Y derramo en mi infinita bondad
Bendiciones para todos mis hijos por igual

Yo soy la Madre Cósmica
Vengo a hablaros de Amor
Amor por la vida y sus gentes
Amor por los niños y los ancianos

Yo soy la que nutre
La que acoge y la que entrega
La que acaricia al que sufre
La que amamanta al que tiene hambre

Yo amo a mis hijos
Amaos también entre vosotros
Ayudaros y sosteneros unos a otros

Yo no os abandono
Pero no os abandonéis entre vosotros
Bañaros en la luz de la compasión

El universo os acompaña
Con su canto y con su danza

Sois puntos de luz en la inmensidad
Y todos cabéis en mi regazo...

Que la prosperidad, el amor y la salud esté con vosotros...

  Entonces la Madre Cósmica desapareció y Ananda chilló:
  - ¡Danza libre!

  Y todos nos pusimos a bailar, cada uno a su manera. Nos sentíamos contentos e inundados de amor, nos íbamos encontrando unos a otros y nos dábamos abrazos y nos queríamos mucho...

  Entonces Ananda dijo:
  ¡Que la Madre Cósmica nos proteja a todos!...y se disolvió la clase de danza

  Me fui a casa, era el primer día que volvía solo, que nadie me acompañaba hasta el camino de vuelta, y eso me hacía sentirme, como lo diría...mayor.